Curso intensivo Capitán de Yate. Los metales con distintos potenciales electroquímicos que están en contacto forman células
galvánicas. El metal de la célula galvánica con el potencial inferior será anódico y se corroerá. El
mismo efecto puede producirse en zonas con diferente potencial electroquímico en una sola pieza
de metal, como una placa de acero. Cualquier nave que atraque y navegue en aguas dulces,
saladas o estuarinas corre el riesgo de sufrir corrosión y sus efectos costosos.
La corrosión en las embarcaciones de acero y aluminio puede identificarse o bien como zonas de
picaduras localizadas en la chapa del casco, los timones, las quillas de balance, etc. o menos
claramente, en forma de un desgastamiento general de la chapa del casco, a menudo bajo la
capa de pintura. Las picaduras pueden resultar en la completa perforación del casco por debajo
de la línea de flotación. El desgaste general del acero puede ser igualmente crítico, debilitando el
casco y requiriendo reparaciones caras de la chapa. https://www.youtube.com/channel/UCUQikst1xDKzssnEeM8gvog/videos
La corrosión en las embarcaciones de aluminio también se presenta generalmente como
picaduras localizadas en la chapa del casco, los timones, las quillas de balance y especialmente
en la posición de las líneas de soldadura. Las picaduras pueden resultar en la completa
perforación del casco por debajo de la línea de flotación, requiriendo reparaciones caras de la
chapa. Curso intensivo Capitán de Yate. https://www.escuelademarasturias.com/capitan-de-yate/
En las embarcaciones de madera y de GRP las principales zonas problemáticas son los
mecanismos de popa, es decir, hélices, ejes, arbotantes, bocinas y timones, que son costosos de
reemplazar y vitales para la embarcación. El fallo de una hélice o un timón podría tener
consecuencias desastrosas. Los efectos de la corrosión varían desde las picaduras en las hélices
y los ejes hasta la descomposición de la aleación de la hélice. El fallo de algo tan pequeño y
barato como un pasador de aleta puede resultar en la pérdida de la hélice.
Se sugiere a menudo que las fugas de corrientes parásitas son las causantes de la corrosión en
todo tipo de embarcaciones, pero la mayoría de veces el origen del problema se puede encontrar
en una acción galvánica. La fuga de corrientes parásitas es la acción de corrientes eléctricas
procedentes de una fuente de alimentación externa, como una batería o el suministro eléctrico del
puerto que, debido a algún fallo del sistema eléctrico a bordo de la embarcación, atraviesa el
casco, o un pasacascos, y fluye por el agua, produciendo corrosión “electrolítica”. Normalmente,
las fugas de corrientes parásitas son el resultado de daños o desgaste del sistema de cableado o
de una mala instalación del cableado o de equipos eléctricos