TITULACIONES NÁUTICAS EN ASTURIAS Entuerto en la cadena.- Aunque siempre buscamos extensas áreas
de arena para fondear, es posible que en el lugar se asienten peque-
ños grupos de roca o coral. Cuando las aguas son transparentes no
hay problema para sortear estos obstáculos y mejor aún si el ancla
está pintada de blanco para poder identificar visualmente desde la
proa como y donde se deposita en el fondo. Por el contrario cuando
las aguas están sucias o tomadas el azar juega un papel importante
y solamente podremos identificar la calidad del tenedero agarrando
la cadena y notando a través de sus vibraciones el tipo de fondo.
Pero tarde o temprano ocurrirá que habiendo fondeado en el lugar
idóneo, el viento o la corriente de marea desplaza la embarcación
arrastrando la cadena por el fondo hasta que ésta tropieza con una
roca o cabeza de coral. En algunas ocasiones esta eventualidad pasa
desapercibida al no tener los escollos aristas salientes que “atrapen”
la cadena y por lo tanto puede desplazarse libremente.
Cuando hablamos de maniobras de fondeo por los trópicos, los principales
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TITULACIONES NÁUTICAS EN ASTURIAS impedimentos para nuestra cadena suelen ser formaciones
coralinas que presentan intrincados canales, repisas y en general
tortuosos relieves que se muestran amenazadores y ávidos por inmovilizar
cualquier aparejo de fondeo. Mantener en las proximidades, a babor o
estribor, un núcleo coralino, es fácil que tarde o
temprano terminemos con la cadena aprisionada e inmersos en las
dificultades que entraña deshacer el entuerto.
En algunas ocasiones estas circunstancias se dan sin que seamos
conscientes en un principio y entrañan ciertas dificultades y por supuesto
TITULACIONES NÁUTICAS EN ASTURIAS peligro. Pongamos un ejemplo:
Una corriente o viento ligero desplaza la embarcación suavemente,
la cadena se enreda o se mete bajo un coral y a bordo nadie se da
cuenta. La cadena yace vertical y aparentemente libre. Al anochecer
los cumulonimbos que se formaron en el interior de la isla durante
el día se desplazan y desatan una tormenta sobre el área de fondeo.
Todo comienza con una fuerte ráfaga de viento rolado y ¡se da la
sorpresa! ¡la proa está apresada! se escucha como la embarcación
lucha por liberase y bruscos movimientos indican que algo no va
bien ¡no existe catenaria! La solución más rápida y eficaz es largar
más cadena hasta que la proa se libere y cabecee. Mientras tanto los
eslabones atrapados por la cabeza de coral luchan contra éste originándose un importante desgaste, que como mínimo se saldará con
la desaparición de la capa de galvanizado. En un principio se habían largado cincuenta metros de cadena, después del enronche…
¿cuántos metros de cadena quedan disponibles a bordo? Pasan un
par de horas y la tormenta va cediendo mientras cae el cielo en forma de catarata y con ello el viento rola de nuevo.
Al día siguiente, cuando todo ha recobrado la paz y tras una noche
de vigilia, ponemos nuestras caretas y tubos y nos tiramos al agua
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para inspeccionar el incidente. La observamos vertical en la proa
sobre arena, la seguimos, a los pocos metros vislumbramos una
pequeña oscuridad que identificamos como un conjunto de corales “inocentes”. Más allá ¡ahí está el problema! nos situamos sobre
una cabeza de coral que más bien parece un encarcelado de la edad
media… ¡menudo lio! Posteriormente hay que deshacer el entuerto,
uno de los tripulantes se queda en el agua mientras que el otro accede a la embarcación y se dispone a actuar sobre la maquinilla. Poco
a poco va recogiendo el aparejo y al llegar a la cabeza de coral sigue
las instrucciones del flotante…
En la mayoría de las ocasiones se consigue liberar el aparejo sin
demasiados esfuerzos, pero en otras es necesario actuar con mayor
determinación ya que la cadena se mantiene atrapada y se niega a
soltar. Las tripulaciones jóvenes o con aptitudes físicas aceptables,
pueden sumergirse en apnea (lo ideal es contar con un equipo de
respiración autónoma) e intentar mover o desplazar la cadena liberándola… pero esta maniobra debe de ser realizada con muchísimo
cuidado pues existe la posibilidad de quedar una mano apresada.